Todos conocemos la traducción de textos escritos y de diálogos de películas y series para llevar ciertas obras a la gran y pequeña pantalla; pero, ¿alguien se ha percatado de que también existe la interpretación? Esta también es un tipo de traducción, por lo general, más difícil (aunque depende de la modalidad) puesto que exige un alto grado de conocimiento tanto de la lengua meta como de la lengua de llegada. Aunque eso no es solo lo que se requiere para poder interpretar un texto oral con éxito; además, es necesario (y, a veces, indispensable) tener un talento especial. Este talento se basa en que tengamos una mente lo suficientemente rápida, es decir, ágil para poder analizar en milésimas de segundo lo dicho con el fin de reexpresar esto de forma que transmitamos todo el sentido. Pues, ¿qué sería de nosotros como intérpretes si nos equivocásemos al traducir una conversación tan importante como la que se suele tener en la ONU o en la OTAN porque no hayamos sido capaces de hacer nuestro trabajo como es debido?
En este trabajo hay muchísimas modalidades de interpretación; está la traducción simultánea, la consecutiva o la susurrada. Por ello, es tan importante desarrollar las capacidades cognitivas de la audición; si no podemos captar el mensaje, no podremos reexpresarlo. Una buena forma de entrenar sería ver muchas películas en versión original.
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